Cerro Mirador (2016.1)

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Cerro Mirador. 15 de Julio de 2016.

Este año la nieve se hizo esperar. Mucho. Nosotros con equipos a estrenar, estamos demasiado ansiosos por salir, a cualquier lado.

Vinimos al Mirador que es buen lugar para primeras experiencias, que fueron varias esta vez.

Entre la ruta con algo de hielo, y la pasar la aduana (llena de gente por vacaciones de invierno), llegamos a cualquier hora. Pasado mediodía empezamos a caminar… la nieve parecia muy buena aun pero no hacia frío.

Para mí lo más importante de esta salida era la primer experiencia de Tomi con esquí de travesía… pero hubo otros estrenos también. Por ejemplo el Fiesta, también bautizado como Halcón Milenario, que subió tranqui hasta la frontera sin hacer más que los ruidos de siempre y que tapamos con música…

El día parecía barbaro. La nieve honda, recién caída, los árboles doblados por su peso.

Estábamos todos probando equipo. Fabricio con equipo a estrenar, que recién armamos. Josefina con equipo nuevo probado una o dos veces en el cerro. Tomi probaba mi equipo (el que use hasta el año pasado)… y el caminar en travesía. Yo venía entusiasmado (todavía) con mi nuevo equipo… habiendo comprado todo por partes durante meses, armado con paciencia y en forma artesanal en casa: tablas, fijaciones, botas nuevas. Todo un interrogante. Y podría decir que estrenaba pulmones, luego de una neumonía y estar parado bastante más de un mes.

Justo antes que nosotros habían llegado tres flacos (de Bariloche, creo), que gentilmente nos dejaron una huella abierta…. Y obviamente nos encarrilamos y la seguimos. A pesar de que iban a ir por la este (o eso entendimos), rodearon el cerro por el Oeste, la ruta que conocemos, así que continuamos siguiendo su huella. Mejor, porque antes de llegar al cerro se levantó un poco de viento puelche, que trajo las nubes y no solo bajó mucho la temperatura sino que nos redujo la visibilidad a… poco. Esta es la última imagen antes de no ver más donde estábamos.

De lo que sigue ni hay fotos. Ya antes de empezar a rodear el cerro me doy cuenta que las botas… no me van. Me quedan apenas chicas y me apretan por todos lados. No se si algún día las domaré o permanecerán indomables, pero me empieza a doler en varias partes del pie cada vez que doy un paso.

Lo que recuerdo como positivo es que si bien las nubes se cerraron por completo y nos encontramos caminando en un merengue que es igual para todos lados, llegamos a darnos cuenta que la huella de los que iban antes no era por donde queríamos. Y entre lomo y lomo, cruzando cañadones, yo le apuesto a lo que creo que es la bajada que hicimos el año pasado, por la que yo quería que subamos (para hacer alguna cumbre intermedia). En términos de orientación, aprobado; un rato después cuando comenzamos a bajar las nubes se abren y vemos que le embocamos perfecto (aunque hayamos llegado en zigzag).

Vemos que esta muy cerrado, venimos lento, decidimos al menos hacer una subida al costado del cañadón de bajada del año pasado… y al menos bajar desde ahí. Pero mis pies ya no me dejan caminar, empieza a ser una tortura tanto moverlos como quedarme parado quieto. Me voy quedando atrás, cien metros antes de donde llegan Josefina y Fabricio yo me empaco y me planto en la nieve… y me dedico a vendarme los pies, cada uno con dos ampollones que todavía hoy duelen. Ni siquiera llego a subir y poder ayudar a Tomi a trabar sus fijaciones para bajar, eso es lo que más me molesta, pero ya no me puedo ni mover.

En la primer bajada Tomi se cae (probando nieve sin pisar, y con tablas finitas y más largas que él). Yo sigo empacado y no quiero subir a la última cumbre y hacer ni una esquiada más. Leo también anda con dudas… Así que nos separamos y Fabricio y Josefina que son los únicos que andan con pilas se van para arriba, nosotros volvemos faldeando casi por donde vinimos.

Lo que me salvó el día es que Fabricio se lleva mis botas para probarlas… total, calzamos lo mismo y él me las quería comprar! Para no regular fijaciones, cambiamos equipo completo. Es raro, verlo subir con mis esquíes! Y yo esquiando en los suyos…. Al final, le anduvieron tan mal como a mí las botas.

Por lo menos, algo más relajado a la vuelta vamos con Leo y Tomi sacando fotos. Las nubes subieron apenas unos metros pero por lo menos vemos donde estamos, y una vista muy particular del Puyehue que también está tentador para probarlo.

Fabricio la tuvo mucho más complicada, con luz plana arriba, sin saber por donde bajar, y con mis botas torturándolo. Tardaron una eternidad en volver, cuando yo creía que iban a llegar primero.

Siguiendo la vuelta, la visibilidad no era la mejor y la nieve no era la de la mañana (eh… mediodía) pero algo esquiamos aunque sea casi sin pendiente. Al fin logramos disfrutar con Tomi! Ahí veo que aunque esto sea nuevo para él, le sobra mucha más energía que a mi y maneja los esquíes 10 veces mejor que yo.

Andamos un rato juntos, lo filmo, nos caemos en nieve honda y no nos podemos levantar, nos reímos y eso ya pagó el día. Tomi hizo su bautismo de travesía y ya está listo para seguir saliendo en invierno conmigo!

Total distance: 6.11 km
Max elevation: 1582 m
Total climbing: 672 m
Total time: 04:38:47

Redactado 24 de Julio de 2016